REVOLUTIONARY ROAD
Es curioso lo mitómano que he llegado a ser. Sigo cada proyecto de Sam Mendes con auténtica devoción desde su aclamadísima opera prima, American beauty. También es curioso que esta película me haya recordado a Antes del amanecer o a Hacia rutas salvajes, donde personas jóvenes se plantean la vida, sus sueños, la posibilidad de cabiar un destino a priori marcado a fuego. April quiere ser actriz; Frank querría volver a París. Se conocen en una fiesta y la conexión es automática. Se casan y pasan a convertirse en una de las tantas parejas de clase media que viven a las afueras con sus hijos y vecinos encantadores, pero sus sueños se diluyen como el hielo en un vaso de whisky hasta el borde(guiño guiño).
El día a día es agotador, tedioso, gris… Paulatinamente se pierden la pasión y las aspiraciones, pero un día April decide tomar las riendas de la situación y propone llevar a cabo no su sueño, sino el de su marido: irse a París. Resulta familiar la película, que podría formar perfectamente un díptico junto a la citada Belleza americana. La historia trascurre en un suburb (barrio residencial de las afueras), con una pareja que parece romperse con el paso del tiempo y los reproches guardados… y también nos remite a American beauty la partitura compuesta por Thomas Newman.
¿Qué decir de los actores? No hay palabras para describirlo. Nos guste o no reconocerlo, Titanic se trataba de una película espléndida, pero de aquello hace ya 10 años. DiCaprio y Winslet ofrecen sus mejores interpretaciones hasta la fecha (que ya es decir…) gracias al buen hacer del director y marido de Kate Winslet, que está curtido en teatro y sabe sacar lo mejor de sus actores. Estos van de la interpretación más comedida, reprimida, a momentos desgarradores y exaltantes. La pantalla parece vibrar cada vez que aparecen juntos en escena. Cierto es que la película adolece de cierto ritmo irregular, pero se puede obviar gracias a un tramo final impresionantemente bien contado, interpretado y escrito. Porque eso es otra: el guión es una maravilla.
Desde ese prólogo en el que se nos dan a conocer los personajes sabemos que estamos ante una cinta excelente, pero una premisa en principio tan simple se desarrolla in crescendo hasta, como ya he dicho, un desenlace desgarrador en cada secuencia. A que la película funcione en conjunto ayuda un magnífico plantel de secundarios, entre los que destacan Michael Shannon o Kathy Bates. Si esperábamos los toques de humor que aparecían en sus anteriores películas, hay que admitir que Revolutionary Road es todo un drama, un golpe directo al hígado del espectador a través del cual se nos da la ocasión de reflexionar sobre diversos temas en una sociedad, la de los años 50, que acaba absorbiendo a nuestros protagonistas hasta deshacerlos y convertirlos en lo que nunca quisieron ser.
Revolutionary Road es de las mejores películas que se han rodado en 2008, me atrevería a decir que con las mejores interpretaciones del año. Una película que no deja indiferente, una película en la que una sola gota es capaz de significar un mundo, en la que los estallidos de las personas encierran la respuesta a las preguntas que no se hicieron. Y es que ¿cuál es el camino a seguir? ¿A dónde nos lleva esa vía revolucionaria? ¿Es posible escapar al destino? Sam Mendes nos lo deja claro en esta obra maestra. Y sólo queda indignarme por cómo la Academia ha hecho el vacío a Sam Mendes con una de las películas más cautivadoras, mejor interpretadas y desarrolladas de toda la década.
Nota: 10!!!
Me la apunto :)
ResponderEliminarLa próxima vez que vaya al cine me costará menos elegir ;)
Transforma lo vertical de la gran pantalla en lo horizontal de un escenario. Un drácula del cine que extrae de cada actor lo mejor de su conocimiento teatral.Ello ayuda a que el guión pase de ser bueno a excelente.
ResponderEliminarPor cierto eres de los pocos que dicen por delante que Titanic fue una gran película. Me extraña que Winslet no sea candidata en esta edición como secundaria.
Un abrazo!
Completamente de acuerdo. Revolutionary Road me maravilló. No es una película complaciente y su contenido es bastante amargo y pesimista. Pero me enamoró. Y ambos actores están perfectos.
ResponderEliminarAún no entiendo como los de la Academia la han ignorado.