lunes, 5 de enero de 2009
¿Importa el tamaño realmente?
Ya sé que podría empezar el año con un post (El intercambio lo escribí en 2008) sobre esos momentos incómodos de mear en un baño púb(l)ico digamos, ehm, de un cine o restaurante, en esos meaderos pegados a la pared o esa manía que tenemos los tíos por comparar el tamaño. En cualquier caso, para eso ya están Paso de ti y Promesas del este, despelotes gratuitos mediante.
Pero cómo no, prefiero hablar de series de televisión. Los guionistas españoles se quejan de tener que escribir guiones de al menos 70-90 minutos para un capítulo de televisión, cuando en los Estados Juntitos, donde la ficción se sale, en drama rondan los 40 minutos de duración y si hablamos de sitcoms o comedias, sobre 20 minutos. El otro día se emitió un episodio especial de La familia Mata que duraba 40 minutos y versionaba el clásico de Frank Capra ¡Qué bello es vivir! Era malísimo. Vale que para una comedia aún le sobraban minutos, pero no conté ni un buen gag en todo el capítulo. Recordemos Friends donde, en 1 minuto, se podían encadenar al menos de 10 a 20 coñas hilarantes, y no dependían del presupuesto, sino del talento. En España, la mejor serie en cuanto a guión es Cuéntame, que lleva ya sus temporadas en antena (y sigamos contando…), pero funciona, no aburre pese al exceso de metraje y consigue articular varias tramas en condiciones dando lugar a una serie más que aceptable, excelente. Luego está una seriaza como A dos metros bajo tierra u otros productos de cadenas de pago estadounidenses en las que cada capítulo dura entre 50 y 60 minutos. Ahí los guionistas españoles se callan. Recordemos el batacazo de Gominolas, que se las prometía buenas por el recorte en la duración de sus episodios y duró, permitidme la broma, eso mismo, tres telediarios.
Y es que al fin y al cabo qué es lo importante, la calidad de los guiones o la extensión de los capítulos (hay casos en los que un guión puede mantener muchísimo contenido, como en el caso de Las chicas Gilmore, gracias a sus frenéticos diálogos). La televisión es el nuevo cine, en eso estamos casi todos de acuerdo, pero los directivos no quieren convertir su negocio en una forma de arte.
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El problema d ela ficción nacional es que no saben como justificar como es posible la diferencia de calidad a un lado del charco y al otro. Es verdad que los presupuestos no tienen ni punto de comparación pero seamos realistas una comedia como The Office no creo que gaste mucho mas que otra como Aida y la calidad de una y otra es abismal. España necesita un soplo de aire fresco y todo podría empezar imitando el modelo americano pero claro, todos sabemos que eso no va a pasar. Es la historia de nunca acabar, menos mal que existe internet.
ResponderEliminarTus post afortunadamente no aparecen solo un 6 de enero y son un maravilloso regalo siempre killo!
ResponderEliminarQue los Reyes te hayan traido todo lo mejor! que bien lo mereces genio.
¿Saldrán los guionistas españoles de los archivos históricos y policiales,hemerotecas y bares,a la calle?
¿Cuantas "chicas Gilmore" hay por nuestras ciudades? y cuantos friends? Creo que materia prima hay,incluso con esta crisis el ingenio y la picaresca son mucho mas que un simple tópico para esta tierra ¿Qué falta entonces?
Decisión en los de arriba,osadía. Sacar a la cancha ideas en pleno partido y no en los minutos de la basura,porque las series NBA nos están apalizando
Hace mucho tiempo que he dejado de ver series nacionales. Terminan cansando, se extienden demasiado... sólo hay que ver el espectacúlo final de Los Serrano, patético...
ResponderEliminarCon respecto a tu blog, es mi primer visita, seguire navegando por aqui... y dejo de escribir que tener a la Jolie ahi debajo llorando me dan ganas de cambiar de pagina... (jeje... es que no puedo con ella), visitaré tu zona musical, un saludo!!
Jaja, ya veo lo que opináis. Lo del final de Los Serrano... de manual de guionista primerizo, curso 1. NUNCA debe ser todo un sueño xD
ResponderEliminarSí, también tengo música por ahí :)