martes, 29 de diciembre de 2009

El musical según HBO: Soulless


Si bien la cadena gafapasta por excelencia no es novata en el género, se propone dar la vuelta al manido recurso musical más allá del amable tópico según el cual los musicales sólo cuentan historias felices (Glee, The flight of the Conchords); es decir, la cadena se propone hacer algo parecido al experimento de Lars Von Trier en Bailando en la oscuridad. ¿La recordáis? El musical protagonizado por la islandesa Björk contaba la historia de una mujer ciega que se veía obligada a cometer un crimen. Vamos, un dramón con una música excelente.
________Volvamos a la serie que tratábamos en principio. El título temporal es Soulless ("Sin Soul"/ "Sin alma"). El showrunner sería Michael Patrick King, quien aquí daría un giro en su carrera después de llevar con éxito Sexo en Nueva York o la tristemente desconocida The Comeback. La idea de Patrick King consiste en realizar un musical negro ambientado en los 70 en una ciudad de Nueva Inglaterra. En cuanto me enteré vía Empire de la noticia me vino a la mente Dreamgirls, un musical infravalorado, aunque claro, se supone que en la serie desarrollarán mejor toda la ambientación de la ciudad y el conflicto racial y feminista que protagonizan las chicas.
________Las chicas son nada más y nada menos que Jennifer Hudson, ganadora del Oscar por su interpretación en la película citada, que ya trabajó con el director en Sexo en NY: La película. No la he visto ni la veré, pero al parecer hicieron buenas migas en el rodaje y Michael Patrick King ha creado al personaje protagonista pensando en ella, una madre soltera que vive en un barrio pobre de Augusta (Maine) con su madre y su hija. Jennifer Holliday, estrella de Broadway a quien vimos en varios episodios de Ally McBeal encarnará a la madre, mientras que en un principio la hija será interpretada por Amber Riley (nuestra Mercedes de Glee), quien tendrá que alternar su trabajo en ambas series. Si bien el reparto será eminentemente negro, no se descartan apariciones de personajes blancos ya sea a modo de personajes episódicos o cameos. Algunos de los rostros que han pasado por el casting son Tara Maclay Amber Benson, Zooey Deschanel, Christina Aguilera (a punto de protagonizar su primera película) o la voz del mismísimo Homer Simpson, Dan Castellaneta, a quien hemos tenido la ocasión de entonar en más de una ocasión.
________En definitiva, parece ser que lo de HBO ya no es 'it's not tv', sino 'renovarse o morir', y no van a cesar en el empeño de renovar su plantilla de series. La única imposición de la cadena al creador del proyecto ha sido la incorporación de Ed Burns, viejo conocido de HBO gracias a The Wire, al equipo de guionistas. En cualquier caso, Soulless no se estrenará hasta la temporada que viene, 2010-2011, de modo que aún queda tiempo para hacernos la boca agua. Está previsto que el rodaje comience en agosto en Boston y la propia Augusta. ¿Un drama HBO con música? Diablos, ¿por qué no?

Os dejo, de propina, con madre e hija cantando a dúo una canción del musical Dreamgirls. Recordemos que ambas interpretaron el mismo papel, una en el musical de Broadway y otra en la película:

sábado, 19 de diciembre de 2009

Las mejores series de la Historia (final)


El abogado. David E. Kelly es el creador de, entre otras, Ally McBeal, Boston Legal y Chicago Hope, el que fuera rival más peligroso para la titánica Urgencias. Aquí no ha tenido apenas relevancia como suele suceder con todas las grandes series,en principio porque no se emitió en Antena 3 o Telecinco, ni siquiera en la pública. La emitió Canal+ en esas horas en las que se podía ver sin codificar. Las series procedimentales me dan urticaria, y una serie tan sobria y procedimental como ésta no las tenía todas consigo para que me hiciera seguidor. No obstante, como casi todas las series de las que he hablado, su fuerza radica en el guión y en un bufete de abogados cuyos personajes son tan ambiguos e interesantes que no nos queda otra que hacernos cómplices de su irreverente forma de trabajar. Si en Ally McBeal los casos eran principalmente de derecho de familia, aquí la rama es penal. Asesinos, violadores, matones... son los clientes de un bufete que se gana la dudosa reputación de ser el mejor de toda Boston a pesar de los medios que emplean. Voy por la sexta temporada y me quedan dos más, pero creo que llegaré hasta el final con una serie ganadora de varios Emmys que cuenta con un alucinante crossover con la serie de Calista Flockhart así como un criadero de Emmys para gentecilla como Michael Emerson o, atentos, Sharon Stone. Y dio lugar a otra serie a medio camino entre ésta y McBeal, Boston Legal.

Futurama. En la animación actual de calidad apenas se dan cabida producciones para niños. De hecho, las cadenas invierten en productos arriesgados de dudosa moralidad (véanse Padre de familia, South Park). Sin embargo, ninguna alcanza el nivel de irreverencia de Futurama, el atípico proyecto del papá de los Simpson. Referencias a toda la cultura popular actual, extraterrestres que resultan no serlo, paradojas temporales (Fry es su propio abuelo!!!), tensión sexual no resuelta y su dosis de emotividad. Además, una serie que que ha vuelto de entre los muertos con cuatro películas (dos excelentes y dos regulares) y mantiene el nivel con consistencia merece este puesto en el podio de las grandes series. Y sí, me atrevo a afirmar que le patea el culo metálico a los amarillos Simpson.

Battlestar Galactica. Cuando me hablaban hace unos años de ciencia ficción en televisión sólo me venía a la cabeza Star Trek y Los límites de la realidad. Hace tres años o asín me vi del tirón la primera temporada de una serie de la que todo el mundo hablaba maravillas. Se trata del remake de la serie homónima de los 70. Si por aquella fecha se llevaba la acción, las carreras espaciales y peleas con robots, la televisión de cable actual ha derivado en productos de denso contenido filosófico y tintes épicos, personajes complejos con alto calado religioso. Nada que ver, dirán. Nada que ver y todo. La historia de los últimos seres humanos que quedan vivos en el universo en un éxodo futurista en busca de la Tierra prometida. Conflictos políticos, enemigos escondidos entre nuestros héroes a modo de sleepers y un final muy controvertido han convertido a Battlestar Galactica en el paradigma de la ciencia ficción espacial.

The Comeback. Si hay un subgénero que se lleve tanto hoy en día, ése es el del mockumentary o falso documental dentro de la comedia. Ricky Gervais lo desarrolló con gran acierto con su idolatrada The office, serie a la que no acabo de cogerle el gusto. No obstante, en 2005 el creador de Sexo en Nueva York y la inolvidable Phoebe Lisa Kudrow crearon una serie que duró tan sólo una temporada. Kudrow daba vida a Valerie Cherish, una actriz que otrora fuera la conocida protagonista de una sitcom a la que le ofrecen protagonizar una nueva serie para saltar a la palestra de nuevo eso sí, a cambio de que mientras tanto un equipo de televisión grabe todo el proceso para crear un reality sobre ella. Una temporada en la que el humor patético cobra cuotas inesperadas y en la que hasta el último episodio no se desvela toda la intención de la serie. Es curioso cómo dos personas que han obtenido tanto de la televisión la emprendan con tanta saña con el medio. La crítica de Dead Set se queda en un juego de niños al lado de lo que desprende The Comeback. Y Lisa Kudrow es de las mejores actrices que vamos a poder ver jamás.

Skins. Era inevitable incluir en mi listado una serie británica. Como me estoy acabando la tercera temporada de Skins no me queda más que decir que las series sobre adolescentes pueden ser buenas y muy buenas. Pueden tener problemas gordos, dilemas complejos y una locura desatada continua. Pero ante todo, tienen amigos. Cada episodio de la serie se centra en un personaje de la pandilla de estos chicos de Bristol, aunque hilan todas las tramas y funciona. El ritmo frenético, una banda sonora de aúpa y un casting más que acertado hacen de Skins una de las mejores series que podemos encontrar, sin duda la mejor dentro de esto subgénero tan menospreciado. Y nos regalan a un personaje como Cassie que nos hará llorar y nos acompañará al fin del mundo...

jueves, 17 de diciembre de 2009

Las mejores series de la Historia II


Lost. Hoy en dia no hay serie que despierte tales pasiones para bien y para mal. A las pocas horas de emisión en USA encontramos los episodios con subtítulos, y medio mundo vive con el corazón en un puño por si el final de esta serie no cumple las expectativas. En cualquier caso, lo mejor de Perdidos es el viaje, no el aterrizaje. Ninguna serie nos hará disfrutar de tantas (y tan buenas) horas de conspiraciones, aventura y misterio. Y personajes tan grandes como los ambiguos Ben, Locke o la rubísima Juliet.

Los Soprano. Los Soprano es una serie de pata negra, cómo no HBO. Y es mejor que todas las películas que hayáis podido ver todo este año en cartelera. Es como una buena novela de John Fante traída a la actualidad. Si bien toda la ficción ha jugado con el prototipo del italiano mafioso o cocinero (ahí están los polivalentes Simpson para atestiguarlo), su reparto es DIOS si éste existiera. Todos hemos temido por Tony Soprano y hemos compadecido a la pobre Carmela, que es una santa. Por si fuera poco, con su polémico final dejó perplejo a todos sus fans teligiosos que, nada más acabar esta era, corrieron a comer aros de cebolla para paliar la pérdida.

In treatment. Cualquiera diría que se trata de un formato israelí, Bi tipul. A mí me da lo mismo, la verdad. Pero el hecho de que el hijo de Gabriel García Márquez la haya adaptado para HBO ha convertido a In treatment en un producto de culto impecable antes de que se estrenara. Rodrigo García tiene una sensibilidad extrema y como tal lo ha demostrado en esta producción. Innovó con el formato, prácticamente una sesión de teatro muy medido; también en la emisión, con episodios de lunes a viernes en los que cada episodio emula una sesión de terapia con un psicólogo. Densísima, cierto. Pero con sus interpretaciones afiladas como agujas y unos personajes con seis o siete dimensiones, no hay más que decir: ¡Oh, cielos, ésa es la serie que yo quiero escribir! Además, puesto que le han concedido una tercera temporada vamos a poder disfrutar de una nueva tanda de personajes que nos estremezcan y nos enseñen todas las caras que esconde la naturaleza humana.

El ala oeste de la Casa Blanca Ésta es probablemente la serie que más me cuesta seguir por su característica chat and talk elevada a la quincuagésima potencia. Los diálogos de la serie no tienen nada que envidiarles a las demás series que he mencionado. Sus tramas de temporada son igual de interesantes y compactas que las de Los Soprano, dos series con las que me pasa lo mismo: sé que está pasando algo gordo a lo largo de toda la temporada, pero se trata de algo tan sutil que hasta que no concluyo el nuevo tomo no entiendo qué he estado viend durante horas y horas. Su realismo utópico se ganó el derecho de ser una de las series más queridas de los Estados Juntitos con ese gobierno progre liderado por el mejor presidente que la ficción haya podido dar jamás, Bartlet. Y todos, digo TODOS sus personajes son imprescindibles para que la maquinaria tanto del gobierno como de la serie no falle. Chapeau!

domingo, 13 de diciembre de 2009

Las mejores series de la Historia I


Ahora que todo el mundo hace su top ten con las mejores series de la década/del año/de una cadena, yo me he puesto a pensar en los que considero mejores productos de la historia de la caja catódica (o menos catódica). La cuestión es que me han salido más de 10, que hay muchas que no he visto y que me he dejado llevar por los diferentes géneros para crear una selección ecléctica. El orden es meramente orientativo:

A dos metros bajo tierra. INDISCUTIBLE. NADA supera al drama sobre la familia con una funeraria en HBO, de mano del guionista de Allan Ball. Unos guiones firmísimos, drama, humor negro, un reparto por cliché que suene en estado de gracia y cinco años que se nos pasaron en un suspiro. Pongo la mano en el fuego por esta serie y me la juego. La defiendo a muerte. FIN. Ese final... se me ponen los pelos de punta de pensar en él.

Buffy Cazavampiros. Cutre, estúpida, de vampiros, para niños... Y un mojón que se coman, señores y señoras. La serie donde mejor se ha demostrado la evolución de sus personajes sin perder sus señas de identidad, con temporadas mejores y peores, de acuerdo, pero con un nivel global muy por encima de la media. Es más, una serie que ha envejecido con muchísima dignidad salvo por los ropajos que me traían los protagonistas en las primeras temporadas. Una serie que, naturalmente, destaca no por su factura o interpretaciones (bastante decentes, dicho sea de paso) sino por una escritura que enriquecía un universo en expansión continua. Sólo me queda decir: Restless, Once more, with feeling, Hush, llave, Glory, The body, Spike... Fantasía, cómo no, pero la crème de la créme de la fantasía.

Expediente XCuando era pequeño vi un capítulo que me dio un miedo horrible. Con el paso de los años, como me dio por la vía del terror, lo volví a ver y me pareció malo, incluso de risa. No obstante, esa misteriosa pareja de agentes del FBI que investigaban fenómenos sin explicación lógica me seguía llamando a pesar de que no la vi hasta varios años adelante. Ciencia ficción, paranoias, conspiraciones y alienígenas, muchos alienígenas. El I want to believe me llevó a tragarme TODAS sus temporadas y a llorar junto a Mulder y Scully en sus momentos más putos. Y no me cayeron tan mal los agentes Dodget y Reyes, carajo. Y espero que algún día se reconozca la gran actriz que es Gillian Anderson. ¡Y Mulder es el hombre y Scully la mujer! Y ojalá hagan peli pal 2012 cerrar la gran trama que englobó la serie al completo.

Urgencias. El primer drama al que me enganché, viéndolo a escondidas en la madrugada de los días laborales (en mi casa éramos de acostarnos a las 12 y yo bajaba en silencio a verlo). La Madre de las series médicas que se predican ahora tanto (y tan mal) nos dejó 15 temporadas de aúpa y un potencial inagotable que la cadena dejó de exprimir el año pasado. Una lástima, por Urgencias es probablemente uno de los mejores dramas que ha parido la "caja tonta", y eso que nació hace taaaaaanto y fuera del cable. Hizo historia y marcó la forma de hacer televisión con esos travelling infinitos en los que los personajes no dejaban de hablar y entremezclaban dos y tres tramas de un modo naturalísimo. Y Maura Tierney, George Clooney, Noah Wyle, Julianna Margulies...

Friends. LA COMEDIA. Yo es que no entendía muy bien a Senfield, Frasier y demás tiparrones y, qué carajo, me crié con Phoebe, Joey y Chaendler. Me reía desde mi edad más tierna y corría como un loco tras la llegada del autobús del instituto para que me diera tiempo a verla antes de comer. Es más, la habré visto cinco o seis veces y sus personajes son tan buenos, están tan bien construidos e interpretados que no pueden fallar. Además, todos hemos hecho más de una vez alusión a la serie, nos hemos mandado a tomar por culo agitando los codos o hemos dicho: como cuando Phoebe... y cantamos con los amigos Smelly cat (por favor, dedidme que no me pasa sólo a mí...). Ni HIMYM ni nada ha logrado equiparar esa estabilidad, ya que Friends, sigamos con las frases hechas, mejoraba con los años como el vino.

Mañana más, pero no mejor, que es la misma calidad :)

sábado, 21 de noviembre de 2009

Meme: mi chica del Doctor favorita


My name is Noble, Donna Noble

Hace un tiempo, cuando yo aún no había visto la reinvención de Doctor Who, corría por la blogosfera un juego peculiar: escoger a la mejor compañera del doctor y esgrimir las razones que nos llevan a esta decisión.

A Billie Piper no la conocía, aunque sabía que era una cantante pop británica. Sería como… como si en Usamérica cogieran a Jonathan Rhys Meyer para interpretar al Docta y le pusieran de compañera a Britney Spears O_o ¡No, no estoy comparando a Billie Piper con la Brítni, Dios me libre! Pero para que os hagáis una idea. Su personaje, Rose Tyler, sería el primer contacto que mantuvimos los televidentes con el Doctor y, por si fuera poco, duró dos temporadas y su despedida fue tan dramática que todos lo sufrimos demasiado. La hemos vuelto a ver, sí, y no queda descartado que vuelva a pasar. Para muchos siempre será la mejor por un argumento tan simple como es que es Rose, un argumento imposible de explicar.

Luego vino Freema Agyeman, a la que conocíamos menos aún. Tenía poca experiencia en televisión y su personaje, desde mi punto de vista, servía tan solo para llenar el vacío de Rose y el cupo de corrección política al incorporar a una coprotagonista negra, Martha Jones. Sus historias no fueron las mejores, ni siquiera aparecía mucho en “Blink”. Y fue un error enamorarla del Doctor desde el primer minuto y que ese sentimiento se mantuviera a lo largo de toda la temporada. Su despedida fue muy discreta, tanto que daba pena. La compañera más inteligente y atenta, cierto, pero probablemente la más prescindible.

Después llegó, durante una temporada también, Donna Noble. A su intérprete, Catherine Tate, ya la conocíamos porque es una cómica descacharrante con su propio programa en televisión donde hace cosas como ésta:

Es más, el hecho de que sea una actriz cómica la convierte en la compañera mejor más versátil del Doctor, tan burra, tan temperamental, tan graciosa cuando quiere y tan efectiva en el drama cuando quiere, también (hecho que ya apuntaba aquí: los actores de comedia interpretan el drama mejor; ahora pon tú a Lidia Bosch a protagonizar una sitcom). Donna es irreverente, una chica normal con la autoestima de un pimiento morrón, tiene genio y no le permite al Doctor que se pase de listo con ella. El hecho de que sea la colega, no la novia o enamorada de este personaje, la hace aún más interesante; y eso que la pobre Donna se bebe los vientos por el capitán Jack Harness. Recordemos que esta chica vulgar fue al Doctor lo que él busca en un compañero, un amigo, alguien para no estar solo. Y que ella se mezcló literalmente con él y llegó donde ningún otro acompañante ha llegado. Se conocen en la boda de ella, ella queda con el corazón roto y al cabo de un año o dos se vuelven a cruzar porque así estaba dispuesto. Se separarán, de acuerdo. Y peor aún, Donna Noble nunca lo recordará…

Os dejo, así pues, con su imposible reencuentro y, para los más curiosos, un link muy especial y divertido.



viernes, 13 de noviembre de 2009

Soy fans de la tele

Llega un momento en la vida de un blogger en el que no tiene más remedio que despejar, dar a conocer, confesar, llámalo como quieras sus debilidades en la blogosfera. Así pues, hoy toca hacer publicidad de los mejores blogs que he encontrado sobre televisión. Vale, yo hablo de muchos temas, sí, pero ya sabéis que la ficción televisiva me pierde... Os presento minuciosamente los 5 blogs que más leo sobre el tema y os invito a que los sigáis con ganas. Altamente recomendables y adictivos:


My Lost World. Es este mundo perdido es más bien un lugar donde perderse, tan bueno que provoca vértigo. Llegué aquí y me quedé porque a su autor le gustan series que para mí son imprescindibles e inolvidables: A dos metros bajo tierra, Urgencias, Los Soprano, Nip/Tuck... (¡sí, alguien seguía viéndola religiosamente!). Después tuve que dejarme porque de vez en cuando hablaba de música, mi último vicio, o cine. Le auguro mucho tiempo de contenido interesantísimo (esos diálogos memorables, por ejemplo).

El diario de Mr McGuffin. McGuffin habla de series que me gustan mucho, de películas que adoro y de cualquier información que vale la pena. Lo hace, además, de una manera didáctica y entretenida, algo de lo cual deberían aprender muchos bloggers. Nos muestra muchas curiosidades y detalles sobre cómo funciona la televisión desde dentro, cosa que es de agradecer. Nos aproxima muchas veces a la cultura estadounidense a través de impresiones sobre ficción televisiva, y si le gusta una serie española, lo dice sin ruborizarse (véase el caso Desaparecida). También muy recomendable.

Day Zero. Se trata de uno de los primeros blogs de televisión que sigo. Aparte de que tiene un diseño espectacular, su contenido no se queda atrás. ALX no se limita tampoco al mundo de la televisión; de vez en cuando nos deleita con opiniones cinematográficas y literarias. Esa variedad hace que el blog resulte rico. Por lo demás, está muy bien escrito, es muy ecléctico en cuanto al material que podemos encontrar (es decir, no se limita a ver televisión de cable y ya está; hace bien sus deberes) y algo muy importante: con el paso del tiempo la ilusión se mantiene con aplomo, no decae el entusiasmo con el que su escritor habla de sus aficiones. Corre y ve a leerlo ya, hombre!

Podría hablar de muchísimos más, pero he preferido limitarme porque podría salirme un post enormérrimo y no es cuestión. En cualquier caso, creo que la selección es digna cualitativamente.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

La cabina quedó vacía


Se trata probablemente de una de las cintas más angustiantes y misteriosas que hemos tenido la ocasión de presenciar. Es difícil que una producción de los setenta (salvo por contadas excepciones como Saura o Víctor Erice) siga manteniendo su espíritu e impacto virgen. Cuando José Luis López Vázquez entra en la cabina, nadie sabe lo que pasará a continuación: se desencadena el infierno.

Reímos con los niños, sinvergüenzas de nosotros, con los que intentan derruir ese invento del diablo a base de fuerza o de maña, con los intentos inútiles del cuerpo de bomberos. Pasamos a formar parte de ese público que admira entusiasta el espectáculo macabro que se desarrolla ante sus ojos. No oímos al señor del interior de la cabina (pánfilo, tonto, idiota… ¡mira que quedarse encerrado en una cabina de teléfono! Olvidamos que, desde su perspectiva, este hombre lleva tres o cuatro o cinco horas encerrado en una cabina, una caja de cristal y metal donde el aire cada vez es más pesado y caliente. De todo esto no nos percataríamos a no ser por la magnífica interpretación de López Vázquez, que hace de señor mundano, el vecino que podría tener cualquiera, padre de familia, ciudadano medio. Tan común que resulta difícil encarnarlo, pero antes no había divos. Antes había actores.

Casi había olvidado la poesía de este mediometraje, sobre todo hacia el final, en la huída a lo desconocido. El pasaje del funeral, los payasos y tristes y el niño que corre es demoledor en gran parte gracias a una música de esas que tocan la fibra.


Total, cuando acaba tenemos aún más dudas, todo es más parco, más oscuro, más imposible y supongo que más magnífica (valen todas las redundancias). La historia plantea muchísimas lecturas, muchas, y demasiado evidentes, políticas: corría el año 1972. No obstante, tanto Antonio Mercero como José Luis Garci (algo bueno tenía que haber salido de él) afirmaron en diversas ocasiones que el planteamiento era puramente terrorífico o de ciencia ficción. Ahora nos quedan muchas anécdotas o datos que destacar. Se trata de la única producción española que ha ganado un Emmy. Antonio Mercero dejó el género e hizo cosas más blanditas como Farmacia de guardia, mientras que Garci… bueno, es Garci. A López Vázquez, por su parte, lo hemos podido disfrutar en La prima Angélica (Saura), la trilogía nacional de Berlanga (entablaron una relación profesional muy fructífera), La colmena, la adaptación televisiva del Quijote y otros productos que, como actor, no le hacían mucha justicia; ya sabéis, la España de sainete y pandereta…
Pero después de estos años se cierra la cabina, ésa que nunca lograremos desentrañar porque se fue el rostro que puso nombre al misterio de los señores que colocan centenas de cabinas trucadas a lo largo del país.


Os dejo la parte que os comentaba, la del viaje en grúa, y este enlace al corto. Que aproveche.

sábado, 31 de octubre de 2009

In Treatment (Spanish version)

In Treatment es una osadía a la estupidez que se le presupone a la tv hoy en día. Se trata de la adaptación del formato israelí Be tipul en el que vemos cómo un psicólogo (Paul) trata a un paciente cada día, con los problemas que se derivan en su familia y su estabilidad emocional, hasta el punto de que cada semana él mismo debe acudir a terapia con una antigua colega (Gina). Propongo un casting para la versión española de esta imposible adaptación ahora que se han anunciado las adaptaciones para la televisión portuguesa y francesa. Obviamente, el proyecto sólo podría funcionar en La 1 de TVE; en cualquier otra cadena no llegaría a la mitad de temporada. Allá voy, pues. No me escupan:

Paul: Imanol Arias, Miguel Ángel Solá o Pep Munné
Creo que los tres son actores que han probado sobradamente su buen hacer en drama sin necesidad de aspavientos ni actuaciones excesivas. Además, siendo como es quien lleva el peso de la serie, es importante que este señor tenga carisma de cara al público.

Gina: Carmen Maura, Concha Velasco, Blanca Portillo
Una mujer más madura y curtida en la interpretación. Si bien Blanca Portillo es quizás demasiado joven para este papel, sus buenas dotes interpretativas pueden suplir esa supuesta juventud. En cuanto a Maura y Conchita Velasco, ambas han probado que, cuando se ponen serias, no hay nadie que les alce la voz.

Kate: Adriana Ozores y Alicia Borrachero, Aitana Sánchez Gijón
La esposa de Paul debe tratarse de una buena actriz, ni muy mayor ni muy joven, madura pero aún con cierto punto sexy que pueda hacer sombra a la gran Laura. Adriana Ozores es una de las mejores actrices españolas ever. He dicho.

Sophie: Ivana Baquero o Nerea Camacho
Tras pensar y pensar, en nuestro país carecemos de buenos intérpretes asolescentes (no, los modelos de Física o química/El internado no cuentan), así que no tenemos más que echar mano de las niñas precoces de nuestro cine. Nerea Camacho es muy joven y no ha demostrado aún si lo suyo fue un golpe de suerte, pero Ivana Baquera ya está curtiéndose en el cine americano junto al gran Tim Robbins. Ahí es nada.

Alex: Willy Toledo, Sergio Perís Mencheta o Félix Gómez
Un tipo de cuarenta años, atractivo y vanidoso, fuerte y simpático que pueda reflejar la culpa sin poner siempre el rostro compungido. A quien diga que de Al salir de clase no salió nada bueno habría que preguntarle si todos los días surge una cantera de actores jóvenes que componen una generación al completo.

Amy: Manuela Velasco o Verónica Sánchez
Una mujer de treinta y tantos, no muy exuberante ni discreta. Una mujer normal, eso es cuanto buscamos, con un punto de mala leche. Creo que estas dos jóvenes se merecen una garantía.

Jake: Víctor Clavijo o Félix Gómez
Cierto, siento predilección por estos actores, pero Clavijo se salía en el film 3 días y Félix Gómez, para qué negarlo, es un muy buen actor.


Laura: Lucía Jiménez o Leonor Watling
La verdad es que esa mezcla de sensualidad y peligro son características propias de Lucía Jiménez, que puede parecer a la vez peligrosa e indefensa, frágil. Leonor Watling ya es más mayor, pero se trata de una debilidad personal...

Mia: Nawja Nimri o Leonor Watling
Abogada estirada con mucho que reprochar. Cuarenta años, atractiva y recelosa, insisto en lo de estirada. Después de ver a Nawja en El método no podemos más que decir: esta tía puede.

Oliver: Bárbara Meier
En España no tenemos buenos niños actores, ¡mucho menos niños actores gordos! La única actriz infantil decente que he encontrado se llama Bárbara Meier, ante todo naturalísima, que es cuanto requiere el papel. La vimos en la serie de una temporada Desaparecida como hermana pequeña de la joven eso mismo, desaparecida. Habría que introducir algunos cambios de guión, pero eso es todo.

Walter: Manuel Alexandre/ Alfedo Landa/ Fernando Fernán-Gómez

La elección idónea sería Fernán-Gómez, pena que falleciera hace dos años. Si Alfredo Landa estuviera lúcido podría ocuparse de ello, pero no queremos que se repita el número de los Goya. Así pues, el único (y buen) actor que se me ocurre es Manuel Alexandre.

April: María Valverde o Manuela Vellés
Una veinteañera que las pasa putas debe ser una actriz muy versátil y entregada. Estas dos dan el perfil y, con una buena dirección de actores, harían la trama suya.

Sólo un inciso, y es que metería a Luisa Martín y a Carmen Machi donde fuera porque son dos actrices como dos soles.

martes, 27 de octubre de 2009

Realidad encarnizada

Cuando todo parecía acabado, cuando ya estábamos convirtiéndonos en un manto en el que no podíamos arrojar las lágrimas, cuando a Merceditas se le habían olvidado las ocurrencias, cuando a Vasile se le venía el mundo encima porque sus programas pútridos habían dejado de funcionar, cuando la pública mandó la publicidad al carajo y dos nuevas abrieron un boyante panorama televisivo, entonces llegó la realidad.
¿Harto de saber si Mercedes Milá se vestirá de nabo o de pepino en la próxima publicidad? ¿Ya te has olvidado de La casa de tu vida? ¿En OT sólo entran chonis y gallitos? ¿Está el futuro de la telerrealidad en la cuerda floja?

Pues nO! No, porque hay dos programas que han removido los cimientos del formato. Pasemos a hablar de cada uno de ellos:


PEKÍN EXPRESS. Ya estamos de lleno en la segunda temporada del reality bandera de Cuatroº (con el permiso de Fama, ¿talent show? ¿en serio?) y no entiendo varias cosas. Que el título sea éste cuando la meta es la India: han intentado remedar el problema con el subtítulo “La ruta del Himalaya”. Tenía sentido cuando tenían que llegar a Pekín, pero bueno… como ahora salen de ahí les daremos un pase. Lo que nos gusta, ahora que se prodigan tanto los españoles por el mundo, andaluces/ gallegos/ castellanoleoneses por el mundo, callejeros viajeros, estudiantes en el extranjero… es descubrir nuevos países y culturas para descubrir lo hijos de puta que somos, y es que los concursantes son insoportables (más que los acomodados canis de Gran Hermano) y nos han dejado alguna frase antológica (“a mí me llega un chino a mi casa y me dice que si se puede quedar a dormir y le digo: te vas a comer un mojón”) y algún momento que ya no podremos olvidar. Con sus parejas imposibles: jubilados deportistas, amigos rurales, los chérifs de Coslada, pareja urbana, los Juanes (feos!!! pero feos, feos), los gays streapers, los hippies que duraron un asalto… Pero yo, al igual que toda la audiencia, me quedo con las malas malísimas y odiosas madre e hija vascas, Meritxell y Alazne (aka la Ratita y su puta madre). Y es que si hay alguien insoportable, es esa cría estúpida (todo un portento de casting). Nada que ver con las víboras que han ido pasando por Telecirco: es maleducada, caprichosa, competitiva como la que más, estúpida… vamos, un caso. No sé quién ganará ni me importa, sólo sé que por ver el guantazo que se llevó el otro día Alazne ha valido la pena seguir el reality. Además, hizo máximo en la noche dominical de Cuatroº (no, no petó la audiencia, pero esto no es algo nuevo…). Si en la anterior temporada tuvimos a una enferma de cáncer, en esta tenemos a un cáncer de persona. Mucho mejor, dónde va a parar. El movimiento ha llegado en oleadas a Internet, donde es fácil encontrar montajes con el bofetón de la pija Silvia a Alazne, grupos en Facebook con la consigna de “Yo también odio a Alazne de Pekín Express”. Espectáculo puro y duro.




EL INTERCURSO DEL 63. ¿Qué podría mejorar el degradante espectáculo que es Gran Hermano? Un Gran Hermano con niños… pero no, los niños no se pueden utilizar para estas cosas. Pues algo intermedio, adolescentes hormonados canis. Sí, es perfecto! Pero no, porque no difiere de la casa que todo lo vigila. ¿Y si los metemos a estudiar puteados? Anda, pa puteado como me tenían a mí los curas… Pero eso sería en los sesenta. Pues ahí lo tenéis, nos llevamos a los canis hormonados a un internado en los 60, y puesto que aún no sabemos viajar en el tiempo no nos queda más que recrearlo. En eso consiste Curso del 63, la revelación de la temporada en Antena 3, que tras sus numerosos fracasos con los realities (El Bus, El castillo de las mentes prodigiosas, Supervivientes, La granja…) ha dado con la clave gracias a este programa donde actores hacen de profesores severos y estirados y se dedican a hacerles la vida imposible a los niñatos. Hacerles la vida imposible= civilizarlos. Total, que el programa está arrasando entre los jóvenes y los que no lo son tanto. Lo intentaron vender (tal y como hicieron con GH) como un experimento sociológico que pudiera dar lugar a un debate acerca de la educación in Spain (is different), y debates están dándolos, muchísimos y muy divertidos. Yo voy a muerte con Alex, el rubito que es un gay de nueva hornada, de estos modernos que pertenece a una tribu urbana. Me río mucho con una a la que en casa llamamos la Cletus porque habla como Cletus de los Simpson, y con Ana Julia, que se define como “una cabra loca”. Y tonta, y tonta, y tonta! Qué gran espectáculo éste. Las críticas han surgido desde todos los ámbitos: los profesores son actores, y no demasiado solventes (sobre todo en las primeras emisiones), no hacen ni mención a la Iglesia ni a Franco cuando en los colegios de los 60 eran el pan de cada día, se trata de un centro mixto (ja! lo que os decía, hormonas). Sus padres, los mismos que los han malcriado, comentan lo bien que les viene la disciplina. Lo que no entiendo yo es cómo una tía con 16 años se pilla una rabieta porque le cortan las extensiones o le dan unos pantalones para vestir en el guateque o le quitan un peluche O_o El programa ha funcionado por una suma de circunstancias que Antena 3 no logrará repetir en muchos años, pero se aferrará a esto como Cuatroº a sus bailarines.

viernes, 9 de octubre de 2009

MEME: Series que sigo 2009-2010



Buff, yo este año me propuse llevar menos series al día, pero al final ha resultado ser el año que más "tiempo libre" tengo, así que me he lanzado al ruedo y me han convencido demasiadas nuevas. Éste es mi calendario:



NUEVAS



-Bored to death (le pega mucho a HBO y ya se echaba de menos un producto medianamente gafapasta e indie)



-The Good Wife (aún no he podido ver el piloto, pero me encanta la actriz prota, las series de abogados y parece que muchos le dan el aprobado)



-Modern family (el punto de partida tiene miga, el piloto me divirtió y, pese a que me esperaba un truño, me ha convencido muy positivamente)



-Glee (sobran los motivos: Ryan Murphy vuelve a un instituto, en este caso con musical incorporado; las tramas que van despuntando prometen, las audiencias son buenas y soy demasiado cómodo como para arriesgar -ya tengo el cupo cubierto con Dollhouse-)



-Flashforward (con ésta hago un inciso, y ya que Cuatroº ha apostado tan fuerte por ella, por dos semanas la sigo en la tele).





LAS DE ANTES



-Dollhouse (porque ahora que ha arrancado con su vena más filosófica creo que al menos intentaré ver cómo le dan una muerte medio digna; total, una temporada más o menos... y los dos capítulos hasta la fecha han elevado el listón).



-Fringe (ya que vi el piloto y los derroteros cienciaficticios por los que se mueve esta temporada, la heredera de Expediente X se merece este pase...)



-How I met your mother (es la única comedia que llevo al día y me siento orgulloso de seguir al menos ésta; además, cada vez falta menos para conocer a la madre y Robin cada vez es más y más mejor)



-Medium (yo, que he tachado de insulsas a las procedimentales mil y una veces debo en esta ocasión cerrar el pico y gritar en voz alta que la familia DUBOIS ES DE LO MEJORCITO DE LA TV, y que Patricia Arquette me encanta, y que tras la season finale de la pasada, como pa no seguir ésta...)



viernes, 2 de octubre de 2009

Glee, la sorpresa...¡y encima cantan!



Tuve mi primer encuentro con el mundo del musical una noche de verano en un cine en el que olía a salitre y cañas frescas. Chicago me maravilló y arrasó en los Oscar, me gustó hasta René Zellweger, tan delgadita y graciosa. En cuanto tuve la ocasión, me compré el DVD. He de decir que la tan amadísima por todo el mundo Moulin Rouge me pareció tramposa, más que Chicago (que lo era un rato), y encima las canciones no eran originales (por mucho Tom Waits que apareciera en la banda sonora, no bastaba). La historia romántica, sí, pero de ahí no pasaba. Le faltaba efectismo y la fuerza explosiva de los musicales de toda la vida (esto lo supe después) y le sobraba esa trama folletinesca con final previsible.
________Muchas son las series que han empleado la música como elemento narrativo. Sin ir más lejos, Ally McBeal contaba con otro personaje, Vonda Shepard, como alma del Boston amable (nada que ver con el de El abogado). Otras series fueron más allá y se lanzaron a por todas con episodios musicales. Ahí tenemos a Los Simpson con su episodio parodia de Mary Poppins, el fallido experimento de Scrubs o el alabado “Once more, with feeling" de Buffy Cazavampiros. Eso es un musical, señores.
________ A pesar de que estos episodios suelen llevarse los premios importantes en las candidaturas de Emmy o Globo de Oro (principalmente en comedia), nadie había apostado tan firmemente por un musical televisivo, y os pido que olvidéis por favor el esperpento que supuso Paco y Veva (¿alguien la vio? ¿en serio?). Lo de conjugar institutos americanos y musical lo hizo arrasando en todo el mundo High School Musical, pero esos niños Disney tan buenazos limitan las posibilidades más allá del sueño de triunfar y amores que pretenden ser imposibles. El señor responsable de dos series tan jugosas como Popular, tan desconocida ella, y Nip/Tuck (transgresora, placer culpable, broma pesada o maravilla) ha decidido aportar mala leche a HSM. Lo de la mala leche nos lo mostró estupendamente en la ya citada Popular, y ahora que se enfrenta a la última temporada de las andanzas de los cirujanos plásticos ha decidido embarcarse en un proyecto difícil de vender en el que la cadena ha jugado como mejor baza para la temporada. Antes del verano se “filtró” el piloto y ya dio que hablar: a casi todos los que lo vimos nos gustó el descaro, el patetismo de sus personajes principales, las tramas que brotaban en ese primer episodio y tal y tal. Una negra gorda con gran voz (no puedo resistirme a esos personajes: la mama encarnada por Queen Latifah me pareció lo mejor de Chicago), un chaval en silla de ruedas que se adapta a las coreos como bien puede. Sumémosle jugadores de fútbol, animadoras, profesores irritantes en distintas facetas y la visita de una Kristin Chenoweth pasada de rosca… el invento funciona la mar de bien. Embarazos, celos, amores que pretenden ser imposibles, maniqueas estrategias para tirar abajo el coro (o Glee Club), que a su vez aspira a llegar a las estatales y, por qué no, ganar las nacionales.
________ El comienzo del episodio cuarto con ese remake del videoclip beyonceniano por excelencia no ha tenido precio, como los momentos Cabaret del quinto.

________ Lo difícil de esta serie es que mantenga la audiencia, que las historias de los personajes no se nos antojen inverosímiles por mucho que lo sean, y que la emoción no decaiga con cada número musical nuevo. Le auguro un buen futuro a la serie si la gente deja atrás los prejuicios contra los musicales o las comparaciones con High School Musical (en serio, nada que ver). Y es que si algo nos han enseñado por ahora es que no hay que dejar de creer, porque tal vez éste sea el momento oportuno para que un producto distinto arranque. La recomiendo muy mucho.

viernes, 11 de septiembre de 2009

Meme: music&tv: Bonus track

-Perhaps, perhaps, perhaps (Mari Wilson). Coupling: la comedia británica de parejas utiliza esta cancioncilla en la cabecera. Muy divertida y fresca, como la serie.

-I'm gonna be (500 miles) [The Proclaimers]. Cómo conocí a vuestra madre: por el capítulo que nos dio con un Marshall salido de madre, que es como nos encanta.

-Woke up this morning (Alabama 3). Los Soprano: a petición de MJ, aquí está, y me justifico diciendo que la encontré tan obvia como el Buffy Theme de Nerf Herder. Aunque es un temazo pa una cabecera mítica.

-I don't want to wait (Paula Cole). Dawson's Creek: ser la canción de cabecera de una serie sobre adolescentes con problemas existenciales y aspiraciones a grandes cosas en la vida, historias de amor imposibles y la primera vez de la señora de Tom Cruise le da el crédito suficiente para entrar en este ránking. Y porque es preciosa.


-Let's go to the mall/Sandcastles in the sand (Robin Sparkles). How I met your mother: Once again, la comedia del momento vuelve a batir momentos WTF sobre todo con el segundo videoclip, una joya con ese Dawson venido a más (triste, pero cierto).


-Popurrí casting. Glee: demencial este casting de personajes inadaptados, con una canción reflejan a la perfección la personalidad de cada uno. Eso es una presentación con garra.
  • Mr Cellophane -del musical Chicago.
  • I kissed a girl -Kate Perry, la modosita calienta...
  • Respect -Aretha Franklin
-Popurrí Los Simpson. Los Simpson: nos ha dejado grandes momentos, y aquí he recopilado unos cuantos:
  • Niiiiiiiños niiiiiiños, futuuuro, futuuuro... el futuro ya llegó-uo oh oh
  • Jueeego con mi melocotoneeeero -Lisa tratando de que le compren un pony xD
  • No conquistas nadaa con una ensaladaaaaaa -Bart y Lisa
  • Bebé a bordo -Los Solfamidas



Y para rematar la faena, el recopilatorio con lo mejor de Phoebe Buffay subtitulado:

Meme: music&tv (II)

-7 vidas (El canto del loco). 7 Vidas: el que otrora fuera el rey del share con su Médico de familia fue capaz de componer la sintonía de la mejor sitcom española hasta la fecha. Yo no soy muy de Dani Martín, pero hay que reconocer que el toque cuasi roquero que le dieron al tema está bastante bien, y la cabecera especial para el capítulo 200 lo valió:



-Que nadie me levante la voz (Bebe). Aída: el entrañable personaje creado por Carmen Machi se ganó a pulso un spin off, y el tema de su cabecera debía ser de raíces y desentrañar la vida de Aída y todos los García. Qué mejor que pedírselo a la revelación de la música española. Bebe le dio cuanto necesitaba (por ahí rula algún directo junto a Los Delinqüentes).



-Raquel busca su sitio (Leonor Watling y Cayetana Guillén Cuervo). Raquel busca su sitio: vale que la serie duró un suspiro, pero era buena (lo que he visto vale la pena), y el tema compuesto por el preoscarizado Jorge Drexler se llevó una versión en alguno de los episodios interpretada por sus actrices protagonistas. Y a mí me gusta, qué os voy a decir.



-When I was seventeen (Frank Sinatra). Los Soprano: ¿era la segunda temporada la que empezaba con este tema? No lo sé, pero se trataba de toda una secuencia maravillosa con la voz templada de Sinatra (que tuvo algún lío con la mafia, dicho sea de paso; y qué ducho el que escogió la canción).



-Virgin State of mind (K's Choice). Buffy Cazavampiros: me gusta toda la banda sonora de la serie. Es buenísima, en serio, pero esta canción me recuerda tantas cosas que no podría desprenderme de ella aunque quisiera.



-Monster Mash (Bobby Picket). Los Simpson: comenzar un episodio de San Valentín con esta canción es toda una declaración de intenciones. La canción nos recuerda cine de serie Z al aire libre, los 50 en America, fanzines y Creepy Show... cosas por el estilo: la momia, Frankie, etc.



-Goodbye to you (Michelle Branch). Buffy Cazavampiros: aunque en la serie siempre utilizaban grupos semidesconocidos para que actuaran en el Bronze, en el episodio "Tabula Rassa" concluyeron con un acústico de esta canción. Tristísimo con las despedidas de Tara y Giles.



-Superman (Lazlo Bane). Scrubs: gran serie y gran desconocida, casi nadie habla de ella con lo que ha logrado. Los residentes, los estudiantes de medicina, pobrecitos, no son superhéroes, de acuerdo, pero salvan vidas y nos hacen reír.



-Hallelujah (Jeff Buckley). The West Wing: este tema se ha utilizado en tantas series y películas que su autor se mosqueó... cualquiera no es cualquiera. En cualquier caso, la season finale de la tercera temporada nos trajo un final tan amargo como acostumbraba, y la canción ayudaba a ver a CJ destrozada.



-Beyond here lies nothin' (Bob Dylan). True blood: vuelve a la carga Alan Ball con un tema de los intocables para promocionar ni más ni menos que la segunda temporada de su saga vampírica. Oh, touché.



-Little boxes (Malvina Reynolds). Weeds: cuántas versiones habrá de esta canción (en francés, en español...), pero me quedo con la original, que nos reporta a Nancy Botwin jugando a las casitas. Y ya sabéis, quien juega con fuego... (guiño guiño).



-Don't stop believin' (Glee cast). Glee: una canción que, en un piloto de una serie, ha calado hondo, aunque como ya han comentado también aparece en la series finale de Los Soprano. Pa quitarse el sombrero, pues...



-Once more, with feeling (Buffy cast). Buffy Cazavampiros: me encanta todo el musical, pero me quedo con "Wish I could stay" de Tara y Giles




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jueves, 10 de septiembre de 2009

Meme: music&tv (I)

Viene de un tiempo a esta parte un meme interesante, cuanto menos divertido, donde podemos recopilar la música que más nos gusta de nuestros shows peferidos. Lo siento mucho, amigos, pero cuando me pongo a pensar en música es inevitable que me salgan listas interminables. Comienza el juego, y digo que el orden es totalmente aleatorio:



-Blossom's theme song. Blossom: ¿qué nos traerá el futuro...? ¿Quién no ha cantado alguna vez la canción de esa chica judía que tocaba el trombón que, con el paso del tiempo, dejó atrás al patito feo? Recordemos, además, que la música era un elemento consistente en la trama y muchas veces el papá de Blossom acababa tocando el piano y cantando a coro con sus retoños. Molaba.



-Boss of me. Malcolm in the middle: casi nunca supe lo que decían en el estribillo hasta que un día lo pillé. La cabecera es mítica no sólo por su imagen de Godzilla, sino por este tema, toda una declaración de intenciones.



-Feeling good (Nina Simone). Six feet under: La pusieron en unas promos y le iba de la hostia. Muy, muy grande toda la BSO de esta serie. Ya meteré alguna más.



-Lucky (Radiohead). Six feet under: sólo porque le viene a pelo a esta escena, de las mejores de la temporada (y por qué no, de toda la serie). Lauren Ambrose escogió una canción ella misma, pero probaron distintas de ellas hasta que dieron con la buena. Mirad cómo quedó:





-I don't want to be (Marvin deGraw). One Tree Hill: porque me gusta la canción, la llevo en el mp3 desde que la oí y me vi las primeras temporadas de la serie (y a mucha honra).



-Cuéntame (Pitingo). Cuéntame... cómo pasó: sí, me va el rollito de Pitingo, su fusión de estilos y tal.



-The Sun Ain't Gonna Shine Anymore (Cher). Expediente X. Gracias al homenaje que le hicieron a la diva en el estupendísimo episodio "El post-moderno Prometeo". Cher se arrepentiría toda su vida por no querer aparecer y que lo tuviera que hacer una doble en su lugar.



-Bohemian Rapsody (Queen). La chica de ayer: uno de los pocos aciertos de la adaptación española del éxito inglés fue el empleo de esta canción en el "viaje" de Alterio.



-Tell him/Searchin' my soul (Vonda Shepard). Ally McBeal: probablemente ésta haya sido la serie que mejor empleo ha hecho de la música como elemento narrativo, convirtiendo incluso a su cantante principal en personaje secundario.



-Dance (Barry White). Ally McBeal: recordemos al bebé bailarín o las coreografías de Bizcochito en el servicio unisex del bufete más alocado de Boston. Qué envidia. Por Dios.



-I'll be there for you (The Rembrandts). Friends. Hasta ahora, la mejor comedia que se ha hecho. Nada de The office ni inventos, el éxito de esta sitcom por ahora no tiene comparación. Y si tenemos amigos, ésta es nuestra canción.



-I will survive (Lisa Kudrow). The Comeback: porque supone el cierre a su única y espectacular temporada, porque la Kudrow lo borda haciendo de actriz-diva y es divertidísima. Mirad cómo se lo cree. Valerie, no cantas bien y no eres una estrella. Eres un juguete roto y te adoramos por eso.



-Survivor (Destiny's Child). The Comeback. Si la serie acababa con el himno al triunfo por excelencia, el primer episodio, tras mostrarnos el patetismo de un personaje que nos hacía olvidar en 2 minutos los 10 años con Phoebe Buffay, el primer episodio acababa así.



-I'll be your man (The Black Keys). Hung: porque desde que la escuché me enamoró, y la serie ha sido uno de los descubrimientos de la temporada.



-Bad things (Jace Everett). True blood: le viene genial a una de las intros más impactantes de un tiempo a esta parte y esa mezcla de country rockero es muy, muy pegadiza. Y la letra exuda sexualidad (valga la redundancia).



-Breathe me (Sia). Six feet under: casi todos la habéis incluido, ¿por qué no habría de hacerlo yo? Una canción que me recuerda a un año feliz, a amigos para siempre y a un cierre perfecto para la mejor serie de tv hasta la fecha.



-Beautiful (Elvis Costello). House M.D.: la canción original me gusta, el capítulo en que aparecía fue de los mejores de la serie... y el Costello le da un repaso a Christina Aguilera.



-Bad reputation (Joan Jett). Freaks & geeks: nada más que por parir a lo que ahora conocemos como factoría Apatow. Y la canción es mítica y muy, muy pegadiza.



sigo en otro post, que aún tengo unas cuantas en el tintero...




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viernes, 4 de septiembre de 2009

La serie definitiva: A dos metros bajo tierra... sin spoilers

La historia es un correr de nombres, apellidos, paisajes, cuerpos, historias, papeles, caminos, afanes, saludos, despedidas, recuerdos y ambiciones con nuevos nombres de lugares y nuevos apellidos



Luis García Montero,
Mañana no será lo que Dios quiera



Yo voy a morir. Tú vas a morir. Es más, ahora mismo, mientras lees esto, nos vamos muriendo (si yo no lo he hecho aún). Y es que, lo que nos iguala a todos, al fin y al cabo, es la mortalidad. Nacemos para morir años, meses, días u horas más tarde si no nacemos muertos. Nacer muerto es una estupidez; es como ir a Pisa y no ver la torre, como ser cazavampiros y morir de una estacada, como ir al cine y perderte los tráilers (en demasiadas ocasiones, mejores que la película en cuestión). Pero a lo que íbamos. Muerte. En la sociedad occidental en la que vivimos la muerte es un tema tabú. Visitamos los cementerios en ocasiones contadas, usamos el tema para asustar, compadecemos a los muertos y allegados de estos… y olvidamos, en esta visión egocéntrica de no-veo-más-allá-de-mi-puto-ombligo, olvidamos, digo, que día a día hay gente que tiene que lidiar con la muerte como parte, y a veces esencia, de su vida: médicos, enterradores, párrocos, directores de funeraria… Pero qué mal vistos están casi todos: los párrocos se lo han buscado; los enterradores y empresarios de pompas fúnebres, no. Es fácil imaginar a un señor alto, estirado, delgado y de piel cetrina con un metro en la mano y la sonrisa helada de un buitre buscando a su próxima víctima. Pero no, señores, ellos no eligen. La Señora Muerte es caprichosa.

Érase una vez un despacho de mesa alargada llena de ejecutivos bajo el lema HBO. Una mujer sugirió, casi como con vergüenza, que podían hacer una comedia sobre una familia propietaria de una funeraria. Los otros ejecutivos la miraron con recelo y le rieron la gracia, pero siguieron a lo suyo, cada cual imaginando a una familia alrededor de una mesa, los niños jugando con el puré ajenos a que debajo papá embalsamaba a la señora Holloway. La Ejecutiva Avispada fue al cine algo mosqueada y vio una película que cambió su perspectiva del mundo. La película arrasó su año en los Oscar y decidió que debía hablar con su guionista, un tal Alan Ball. A Mr Ball le gustó la idea mucho e ideó al instante su propia imagen de la serie, algo distinta de la de los Ejecutivos Aburridos. Escribió el guión para el piloto y se lo enseñó a la cadena; “Queremos más subversión”, dijeron ellos, y él lo flipó y se puso a desfasar, buscó a los mejores guionistas con los que había trabajado y escribieron la primera temporada de una serie sobre la muerte. Rodaron los 13 episodios antes de estrenarla. Arriesgaron.

Papá Fisher tiene una funeraria, fuma mucho y a los cinco minutos de episodio muere. Ruth Fisher se queda viuda con tres hijos muy distintos. Nate, el mayor, independiente, que no quiere saber nada de muertes; David, que trabaja en la funeraria, es gay y lo mantiene oculto; y Claire, una adolescente pelirroja que juega con drogas duras y relaciones tormentosas. A esta familia le sumamos dos más, los Chenowith y los Díaz, y tenemos en nuestras manos una bomba de relojería sumamente estudiada, de tan perfecta, peligrosa. Todos, e insisto, TODOS los personajes de esta serie son de un modo u otro infelices. Como tú. Como yo. Son personas más o menos afables, inestables, sinceras, entrañables, alocadas, dramáticas y humorísticas. La película de la que os hablaba, American beauty, profesaba un humor negro inherente a Alan Ball que, extrapolado a la ¿pequeña? pantalla, despliega todos los matices y armas disponibles en la sensibilidad humana. Ahora ríes, a los cinco minutos estarás llorando. Cinco más, carcajada extra.

A dos metros bajo tierra compartía parrilla con Los Soprano, Sexo en Nueva York, Oz, The Wire… todas series de pata negra sello HBO. Cuando nació en 2001 probablemente inauguró la Edad de Oro de la televisión, y cuando murió en 2005 ya anunciaba el final de esta era: cinco temporadas imprescindibles, de aúpa. A dos metros bajo tierra se planteó como cine independiente, y he de admitir que posee algunas de las secuencias más poderosas que he visto en cine y televisión, si no las más poderosas. La muerte es un tema universal, como el amor, que nunca hasta entonces se había tratado con tanta proximidad y verosimilitud. Es difícil no enamorarse de Ruth, Nate, David y Claire o de todos a la vez, u odiarlos. Porque sus actores se convierten en ellos, dejan de ser Michael C. Hall o Lauren Ambrose: son los Fisher. De Francess Conroy afirmó el mismísimo Arthur Miller que era la mejor actriz viva de su tiempo. Peter Krause pasa de ser el personaje más carismático al más incomprensible y odiado, todo esto sin dejar de ser natural como él mismo. Michael C. Hall (ahora como el descafeinado Dexter) hace una de las interpretaciones, construcción de personaje más soberbia que se han hecho jamás, actor como era exclusivamente de teatro. Y nos (re)descubrió a la australiana Rachel Griffiths, a la que vimos compartir pantalla con Toni Collette en La boda de Muriel. Lauren Ambrose ha madurado y despuntado con su peculiar belleza hasta alzarse como hilo conductor y metafórico de la serie, pero también de la vida tal y como la conocemos.

Cinco temporadas. Sesenta y tres episodios. El mejor final hasta la fecha de la historia de la televisión. En un show sobre la muerte no podían escatimar en fallecidos. Cada episodio comienza con una muerte salvo uno de ellos, sorpresa incluida. ¿Cómo se puede morir? Un resbalón en la ducha, un infarto, muerte súbita, te ataca un puma, te atropellan, haces una a lo David Carradine… El drama de la muerte se convierte en un paso más, en lo mundano, en el día a día.

No es de extrañar, pues, la aparición de actores de renombre como Richard Jenkins, Kathy Bates (maravillosa también como directora), James Cromwell, Patricia Clarkson o Mena Suvari (la Lolita de la ya citada American beauty. Y si seguimos con nombres, tenemos un departamento artístico de primera categoría, y es que el arte es uno de los temas principales de la serie (además del arte de embalsamar). El tema principal, compuesto por…todos en pie, Thomas Newman. Capítulos dirigidos por Alan Ball, Michael Cuesta (creador de Dexter) y Rodrigo García, entre otros.

Vida. Muerte. Sexo. Soledad. Culpa. Homosexualidad. Heterosexualidad. Muerte. Enfermedad. Locura. Amor. Sexo. Desprecio. Desamor. Gritos. Drama. Comedia. Sexo. Violencia. Terror. Pluralidad. Política. Religión. Fotografía. Búsqueda. Viajes. Conciencia. Pareja. Nacimiento. Dolor. Luto. Ironía. Trabajo. Terapia. Muerte. Duelo. Psicoanálisis. Sexo. Muerte. Vida. A. Dos. Metros. Bajo. Tierra. Amén. RIP.