Cuando todo parecía acabado, cuando ya estábamos convirtiéndonos en un manto en el que no podíamos arrojar las lágrimas, cuando a Merceditas se le habían olvidado las ocurrencias, cuando a Vasile se le venía el mundo encima porque sus programas pútridos habían dejado de funcionar, cuando la pública mandó la publicidad al carajo y dos nuevas abrieron un boyante panorama televisivo, entonces llegó la realidad. ¿Harto de saber si Mercedes Milá se vestirá de nabo o de pepino en la próxima publicidad? ¿Ya te has olvidado de La casa de tu vida? ¿En OT sólo entran chonis y gallitos? ¿Está el futuro de la telerrealidad en la cuerda floja?
Pues nO! No, porque hay dos programas que han removido los cimientos del formato. Pasemos a hablar de cada uno de ellos:
PEKÍN EXPRESS. Ya estamos de lleno en la segunda temporada del reality bandera de Cuatroº (con el permiso de Fama, ¿talent show? ¿en serio?) y no entiendo varias cosas. Que el título sea éste cuando la meta es la India: han intentado remedar el problema con el subtítulo “La ruta del Himalaya”. Tenía sentido cuando tenían que llegar a Pekín, pero bueno… como ahora salen de ahí les daremos un pase. Lo que nos gusta, ahora que se prodigan tanto los españoles por el mundo, andaluces/ gallegos/ castellanoleoneses por el mundo, callejeros viajeros, estudiantes en el extranjero… es descubrir nuevos países y culturas para descubrir lo hijos de puta que somos, y es que los concursantes son insoportables (más que los acomodados canis de Gran Hermano) y nos han dejado alguna frase antológica (“a mí me llega un chino a mi casa y me dice que si se puede quedar a dormir y le digo: te vas a comer un mojón”) y algún momento que ya no podremos olvidar. Con sus parejas imposibles: jubilados deportistas, amigos rurales, los chérifs de Coslada, pareja urbana, los Juanes (feos!!! pero feos, feos), los gays streapers, los hippies que duraron un asalto… Pero yo, al igual que toda la audiencia, me quedo con las malas malísimas y odiosas madre e hija vascas, Meritxell y Alazne (aka la Ratita y su puta madre). Y es que si hay alguien insoportable, es esa cría estúpida (todo un portento de casting). Nada que ver con las víboras que han ido pasando por Telecirco: es maleducada, caprichosa, competitiva como la que más, estúpida… vamos, un caso. No sé quién ganará ni me importa, sólo sé que por ver el guantazo que se llevó el otro día Alazne ha valido la pena seguir el reality. Además, hizo máximo en la noche dominical de Cuatroº (no, no petó la audiencia, pero esto no es algo nuevo…). Si en la anterior temporada tuvimos a una enferma de cáncer, en esta tenemos a un cáncer de persona. Mucho mejor, dónde va a parar. El movimiento ha llegado en oleadas a Internet, donde es fácil encontrar montajes con el bofetón de la pija Silvia a Alazne, grupos en Facebook con la consigna de “Yo también odio a Alazne de Pekín Express”. Espectáculo puro y duro.
EL INTERCURSO DEL 63. ¿Qué podría mejorar el degradante espectáculo que es Gran Hermano? Un Gran Hermano con niños… pero no, los niños no se pueden utilizar para estas cosas. Pues algo intermedio, adolescentes hormonados canis. Sí, es perfecto! Pero no, porque no difiere de la casa que todo lo vigila. ¿Y si los metemos a estudiar puteados? Anda, pa puteado como me tenían a mí los curas… Pero eso sería en los sesenta. Pues ahí lo tenéis, nos llevamos a los canis hormonados a un internado en los 60, y puesto que aún no sabemos viajar en el tiempo no nos queda más que recrearlo. En eso consiste Curso del 63, la revelación de la temporada en Antena 3, que tras sus numerosos fracasos con los realities (El Bus, El castillo de las mentes prodigiosas, Supervivientes, La granja…) ha dado con la clave gracias a este programa donde actores hacen de profesores severos y estirados y se dedican a hacerles la vida imposible a los niñatos. Hacerles la vida imposible= civilizarlos. Total, que el programa está arrasando entre los jóvenes y los que no lo son tanto. Lo intentaron vender (tal y como hicieron con GH) como un experimento sociológico que pudiera dar lugar a un debate acerca de la educación in Spain (is different), y debates están dándolos, muchísimos y muy divertidos. Yo voy a muerte con Alex, el rubito que es un gay de nueva hornada, de estos modernos que pertenece a una tribu urbana. Me río mucho con una a la que en casa llamamos la Cletus porque habla como Cletus de los Simpson, y con Ana Julia, que se define como “una cabra loca”. Y tonta, y tonta, y tonta! Qué gran espectáculo éste. Las críticas han surgido desde todos los ámbitos: los profesores son actores, y no demasiado solventes (sobre todo en las primeras emisiones), no hacen ni mención a la Iglesia ni a Franco cuando en los colegios de los 60 eran el pan de cada día, se trata de un centro mixto (ja! lo que os decía, hormonas). Sus padres, los mismos que los han malcriado, comentan lo bien que les viene la disciplina. Lo que no entiendo yo es cómo una tía con 16 años se pilla una rabieta porque le cortan las extensiones o le dan unos pantalones para vestir en el guateque o le quitan un peluche O_o El programa ha funcionado por una suma de circunstancias que Antena 3 no logrará repetir en muchos años, pero se aferrará a esto como Cuatroº a sus bailarines.
en serio de donde sacaron a la tía esa de pekin express, es lo más chungo que he visto en mucho tiempo no veo el programa por ella y la madre que me sacan de quicio
Se ve que te gustan..., especialmetne la vasquita. No puedo opinar: ya sabes de mi desapego a la televisión: sólo, los telediarios y el comienzo de las pelis, pues cuando llevo 40 minutos me parece que ya la he visto. Todo me suena a un deja-vu que me hace largarme a leer. Recuerdo a Mallarmé: ¡La carne es triste y ya he leído todos los libros! A mí la carne no me parece triste , pero sí que he visto todas las pelis. Saludos, Rigoletto
en serio de donde sacaron a la tía esa de pekin express, es lo más chungo que he visto en mucho tiempo no veo el programa por ella y la madre que me sacan de quicio
ResponderEliminarSe ve que te gustan..., especialmetne la vasquita. No puedo opinar: ya sabes de mi desapego a la televisión: sólo, los telediarios y el comienzo de las pelis, pues cuando llevo 40 minutos me parece que ya la he visto. Todo me suena a un deja-vu que me hace largarme a leer. Recuerdo a Mallarmé: ¡La carne es triste y ya he leído todos los libros! A mí la carne no me parece triste , pero sí que he visto todas las pelis.
ResponderEliminarSaludos,
Rigoletto
Todo sobre Pekin Express:
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Ains, casi que me alegro de estar a 10000 km... xD
ResponderEliminarPS: Si, habla como Cletus... xD