jueves, 11 de marzo de 2010
En terapia con los chicos de 'Skins'
C'est à dire, últimamente no sabemos casi nada de la confirmada tercera temporada de In treatment. El drama de Gabriel Byrne se ha confirmado como uno de los más crudos e interesantes desnudos del alma humana en mucho tiempo. Animales heridos que desfilan entre sillas y sofás (¡ningún diván!¿dónde quedaron los tópicos?). Hace poco Nahum hablaba de ellos con la excelencia que le caracteriza. No es sólo la vida de Paul y cómo los problemas de sus pacientes influyen de manera tan negativa en su día a día. Además, esta serie nos descubrió a la inmensísima Mia Wasikowska, ahora en el ojo del huracán por encarnar a la Alicia del (me abuuuuurro) obvio Tim Burton.
Luego están los chicos de Skins, inmersos en una irregular cuarta temporada. Han dejado atrás la fiesta y se han sumergido en el drama. El plano secuencia que abría la temporada supone toda una declaración de principios. Complejidad, historias entrelazadas y, más allá, la muerte. El problema de Skins es que sus personajes pueden apasionarnos o aburrirnos. Me ha encantado la trama que envuelve a Cook, las idas y venidas de Naomi y Emily, así como la historia de Katie. En cuanto a Effy, es que sale en pantalla y provoca un efecto imán. La chica que todo hombre desea: autodestructiva, peligrosa, impredecible, misteriosa, sexy y muy inteligente. El capítulo junto a Freddie fue de los más oscuros de la serie. Luego, Freddie me cae mal, y aunque adoro a JJ su episodio me pareció una mierda, y la historia de Thomas me parece quemadísima. A ver si dan esta noche un enorme giro a todos los acontecimientos y se van de farra. ¡Ah, y queremos más Pandora en pantalla!
Todo esto no es gratuito. He aprendido últimamente que dar información gratuita es una pérdida de tiempo para mí y para vosotros. Así pues, llevo unas semanas con ganas de hablar de una nueva serie española MUY BUENA. Sí, es cierto. No, no estoy delirando... Si cogemos a un psicólogo y un puñado de adolescentes con problemas existenciales tendremos la nueva propuesta de (y lo diré sólo una vez) Telecinco: La pecera de eva. Hay una joven, la psicóloga de un instituto, que acaba de llegar y se encarga de todos los jóvenes problemáticos o con problemas del lugar. La psicóloga es Alexandra Jiménez, el alma de la serie. Eva es fresca, cínica, divertida y muy natural. ¿En qué consiste la novedad? ¿Por qué es tan buena la serie, Jose? Explícanos... Veréis, en primer lugar es una adaptación parcial del modelo seguido en In treatment, es decir, Eva recibe a muchos pacientes distintos y su trabajo influye en su vida. No obstante, cada episodio no se corresponde tan sólo a la sesión con un paciente. Por otra parte, la acción se aleja del despacho de Eva a través de flashbacks y momentos en la vida de los protagonistas. Los jóvenes chavales no son caricaturas de los verdaderos adolescentes y los interpretan actores poco conocidos y muy jóvenes, hecho que aporta credibilidad al invento. La serie no está encorsetada por un guión escrito frase por frase; hay guionistas, claro que sí, que escriben las escenas o problemas de cada "paciente" a grandes rasgos, y entonces dejan que los actores improvisen a partir de esas pequeñas instrucciones. ¿Qué sucede? Los diálogos son rápidos, las reacciones reales, los personajes viven cada punto porque sus intérpretes no se lo ven venir... Vamos, que yo al menos me lo creo. La serie cuenta con otro acierto, y es que conjuga a la perfección drama y comedia. Ese equilibrio es muy difícil de conseguir, sí, y de momento han logrado evitar los tópicos de siempre. ¡Aún no ha salido ningún joven gay que no sabe si salir del armario o no! ¿Algo más, Jose? ACTORES. Insisto, los actores son excelentes. Encabezados por una inmensa y carismatiquísima Alexandra Jiménez en un rol que no tiene nada que ver con su papel en Los Serrano, todos los actores y actrices dan vida a personajes interesantes, con aficiones normales, problemas normales y las dudas propias de la edad. ¡Y algo a lo que las series españolas siempre se han mostrado reacias! Todos los episodios llevan música de verdad que subraya las emociones de cada escena. No era tan difícil apostar, tal y como han hecho, por grupos algo conocidos pero que no mueven masas para ponerle banda sonora, un hecho que eleva a La pecera de Eva al Olimpo de nuestras series: la Musicalité, Giulia y los Tellarini... En definitiva, una serie joven para los jóvenes y no tan jóvenes que os dejará con un estupendo sabor de boca. Ah, y olvidaba un último acierto que señalar. Todos recordamos cómo en Un paso adelante, cuando los alumnos estaban a punto de acabar en la escuela, repitió todo el curso para renovar una temporada la serie; también conocemos cómo se desinfló Dawson Crece cuando los chicarrones se fueron a la uni... sólo Buffy sobrevivió a este salto de tiburón. Skins, y así volvemos a lo de antes, nos enseñó que se puede cambiar el elenco por completo y la serie puede perfectamente seguir siendo la misma y aquí no hay pasado na. La pecera de Eva también ha sido muy inteligente al respecto, ya que el reparto irá cambiando constantemente ya que el hecho de que la consulta pertenezca a un instituto hace que no sea necesaria otra explicación.
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